Desde el año 2006 los voluntarios de GEA estamos llevando a cabo un proyecto de limpieza y reforestación del Monte Victoria. Creemos que nuestra ciudad merece el empeño por recuperar este lugar, de alto valor medioambiental. el fruto de nuestro trabajo lo disfrutarán las nuevas generaciones, siempre que preservemos y les transmitamos el respeto a nuestro medio ambiente como parte de un legado natural.
El bosque de pinar que ocupa el Monte Victoria tiene su origen en las repoblaciones de mediados del siglo pasado, sobre antiguas tierras de cultivo de almendro, olivo y algarrobo, y que se realizaron con Pino Carrasco y Eucalipto Blanco, complementadas con diques de contención de escorrentía en diversos niveles de las torrenteras, a fin de asentar el suelo y evitar la erosión durante la época de lluvia provocada por la combinación del suelo desnudo y el fuerte desnivel de la pendiente.
Junto al pinar de repoblación hay que unir la existencia de otras especies de árboles, como la Encina Meridional, y algunos ejemplares de Granado Silvestre y Acebuche; algunos ejemplares de Aladierno y un número importante de Almez. Otros elementos interesantes de la vegetación son numerosas especies de flores, de las que destacan las orquídeas circunmediterráneas.
La singularidad del monte Victoria le hace ser un ecosistema muy especial. Una amplia bio-diversidad constituye la base de lo que es la riqueza de los bosques de Málaga pero en el mismo centro de la Ciudad.
Numerosos senderos nos pueden hacer disfrutar de su belleza y sus extraordinarias vistas
Más de 60 especies de aves viven en el Monte Victoria, ya sea como lugar de paso en sus migraciones, para nidificar y aparearse o de forma permanente.
Desde aguilillas calzadas a lechuzas, desde milanos negros a petirrojos.
A esta importante población de aves hay que unir la presencia de un buen número de pequeños mamíferos como el Ratón de Campo ,la Musaraña , la Ardilla Europea , y el Erizo Común, así como especies en grave peligro de extinción: el Camaleón, y la Culebra de Cogulla.
